sábado, 29 de septiembre de 2012

Personajes importantes del mundo II

Caudillo de la independencia hispanoamericana (Caracas, Venezuela, 1783 - Santa Marta, Colombia, 1830). Nacido en una familia de origen vasco de la hidalguía criolla venezolana, Simón Bolívar se formó leyendo a los pensadores de la Ilustración (Locke, Rousseau, Voltaire, Montesquieu…) y viajando por Europa. En París tomó contacto con las ideas de la Revolución y conoció personalmente a Napoleón y Humboldt. Afiliado a la masonería e imbuido de las ideas liberales, ya en 1805 se juró en Roma que no descansaría hasta liberar a su país de la dominación española. Y, aunque carecía de formación militar, Simón Bolívar llegó a convertirse en el principal dirigente de la guerra por la independencia de las colonias hispanoamericanas; además, suministró al movimiento una base ideológica mediante sus propios escritos y discursos. Bolívar soñaba con formar una gran confederación que uniera a todas las antiguas colonias españolas de América, inspirada en el modelo de Estados Unidos. Por ello, no satisfecho con la liberación de Venezuela, cruzó los Andes y venció a las tropas realistas españolas en la batalla de Boyacá (1819), que dio la independencia al Virreinato de Nueva Granada (la actual Colombia). Reunió entonces un Congreso en Angostura (1819), que elaboró una Constitución para la nueva República de Colombia, que englobaba lo que hoy son Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá; el mismo Simón Bolívar fue elegido presidente de esta «Gran Colombia». Luego liberó la Audiencia Quito (actual Ecuador) en unión de Sucre, tras imponerse en la batalla de Pichincha (1822). Sin embargo, los éxitos militares de Bolívar no fueron acompañados por logros políticos comparables. Su tendencia a ejercer el poder de forma dictatorial despertó muchas reticencias; y el proyecto de una gran Hispanoamérica unida chocó con los sentimientos particularistas de los antiguos virreinatos, audiencias y capitanías generales del imperio español, cuyas oligarquías locales acabaron buscando la independencia política por separado.

Tercer presidente de los Estados Unidos de América (Shadwell, Virginia, 1743 - Monticello, Virginia, 1826). Thomas Jefferson pertenecía a la aristocracia de grandes hacendados del Sur, posición que había completado haciéndose abogado. Sus inquietudes intelectuales le acercaron a la filosofía de las Luces y a las ideas liberales, haciéndole abandonar la religión. Empezó a participar en la política de Virginia desde 1769, defendiendo la tolerancia religiosa y una enseñanza pública igualitaria. Cuando se agravó el conflicto entre Gran Bretaña y sus trece colonias norteamericanas, Jefferson defendió los derechos de éstas, publicando un ensayo de corte radical (Breve análisis de los derechos de la América británica, 1774). Durante la siguiente Guerra de Independencia, Thomas Jefferson fue elegido delegado de Virginia en la Convención continental de Filadelfia (1775), donde se distinguió como orador y como autor de declaraciones políticas. Redactó el borrador de la Declaración de Independencia (1776), donde plasmó las ideas de Locke; justificó la rebelión por las transgresiones del rey Jorge III contra los derechos reconocidos a los ciudadanos por la constitución no escrita de Gran Bretaña; su defensa de la democracia, de la igualdad, del derecho de los pueblos a disponer de ellos mismos y del derecho natural de los hombres «a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad» han marcado la historia posterior de los Estados Unidos. Lo más relevante de sus dos mandatos fue la consolidación de un reparto de funciones entre los poderes constitucionales, según el cual el gobierno federal se encargaría de la defensa y la política exterior, dejando a los Estados una amplia autonomía política interior; con ello llevó a la práctica sus convicciones filosóficas sobre la necesidad de limitar al poder para salvaguardar la libertad. Jefferson también favoreció la futura expansión de los Estados Unidos, al adquirir a Francia el extenso territorio de Luisiana (1803) y potenciar las exploraciones hacia el oeste de Lewis y Clark (1804-06). Siguiendo el ejemplo de Washington, no se presentó a una tercera reelección (en 1808 se impuso el también republicano Madison), se retiró a cultivar sus múltiples aficiones intelectuales (1809) y fundó la Universidad de Virginia (1819).

Teólogo alemán cuya ruptura con la Iglesia católica puso en marcha la Reforma protestante (Eisleben, Turingia, 1483-1546). Contrariando la voluntad de sus padres, Martín Lutero se hizo monje agustino en 1505 y comenzó a estudiar Teología en la Universidad de Wittenberg, en donde se doctoró en 1512. Siendo ya profesor comenzó a criticar la situación en la que se encontraba la Iglesia católica: Lutero protestaba por la frivolidad en la que vivía gran parte del clero (especialmente las altas jerarquías, como había podido contemplar durante una visita a Roma en 1510) y también el que las bulas eclesiásticas -documentos que teóricamente concedían indulgencias a los creyentes por los pecados cometidos- fueran objeto de un tráfico puramente mercantil. Desligado de la obediencia romana, Lutero emprendió la reforma de los sectores eclesiásticos que le siguieron y que conformaron la primera Iglesia protestante, a la cual dotó de una base teológica. El luteranismo se basa en la doctrina (inspirada en escritos de san Pablo y de san Agustín) de que el hombre puede salvarse sólo por su fe y por la gracia de Dios, sin que las buenas obras sean necesarias ni mucho menos suficientes para alcanzar la salvación del alma; en consecuencia, expedientes como las bulas que vendía la Iglesia católica no sólo eran inmorales, sino también inútiles. Lutero defendió la doctrina del «sacerdocio universal», que implicaba una relación personal directa del individuo con Dios en la cual desaparecía el papel mediador de la Iglesia, privando a ésta de su justificación tradicional; la interpretación de las Sagradas Escrituras no tenía por qué ser un monopolio exclusivo del clero, sino que cualquier creyente podía leer y examinar libremente la Biblia, para lo cual ésta debía ser traducida a idiomas que todos los creyentes pudieran entender (él mismo la tradujo al alemán, creando un monumento literario de gran repercusión sobre la lengua escrita en Alemania en los siglos posteriores).

Napoleón nació el 15 de agosto de 1769 en Ajaccio, capital de la actual Córcega, en una familia numerosa de ocho hermanos, la familia Bonaparte o, con su apellido italianizado, Buonaparte. Cinco de ellos eran varones: José, Napoleón, Lucien, Luis y Jerónimo. Las niñas eran Elisa, Paulina y Carolina. Al amparo de la grandeza de Napolione -así lo llamaban en su idioma vernáculo-, todos iban a acumular honores, riqueza, fama y a permitirse asimismo mil locuras. La madre, María Leticia Ramolino, era una mujer de notable personalidad, a la que Stendhal eligió por su carácter firme y ardiente. Pero fue completamente derrotado en junio de 1815 por los vigilantes Estados europeos -que no habían depuesto las armas, atentos a una posible revigorización francesa- en Waterloo y puesto nuevamente en la disyuntiva de abdicar. Así concluyó su segundo período imperial, que por su corta duración se ha llamado de los Cien Días (de marzo a junio de 1815). Se entregó a los ingleses, que le deportaron a un perdido islote africano, Santa Elena, donde sucumbió lentamente a las iniquidades de un tétrico carcelero, Hudson Lowe. Antes de morir, el 5 de mayo de 1821, escribió unas memorias, el Memorial de Santa Elena, en las que se describió a sí mismo tal como deseaba que le viese la posteridad. Ésta aún no se ha puesto de acuerdo sobre su personalidad mezcla singular del bronco espadón cuartelero, el estadista, el visionario, el aventurero y el héroe de la antigüedad obsesionado por la gloria.
(Pablo Ruiz Picasso, Málaga, 1881 - Moulins, Francia, 1973) Artista español. Hijo del también artista José Ruiz Blasco, en 1895 se trasladó con su familia a Barcelona, donde el joven pintor se rodeó de un grupo de artistas y literatos, entre los que cabe citar a los pintores Ramón Casas y Santiago Rusiñol, con quienes acostumbraba reunirse en el bar Els Quatre Gats. El estallido de la guerra civil española lo empujó a una mayor concienciación política, fruto de la cual es una de sus obras más conocidas, el mural de gran tamaño Gernika. En 1943 conoció a Françoise Gilot, con la que tendría dos hijos, Claude y Paloma. Tres años más tarde Pablo Picasso abandonó París para instalarse en Antibes, donde incorporó la cerámica a sus soportes predilectos. En la década de 1950 realizó numerosas series sobre grandes obras clásicas de la pintura, que reinterpretó a modo de homenaje. En 1961 Pablo Picasso contrajo segundas nupcias con Jacqueline Roque; sería su última relación sentimental de importancia. Convertido ya en una leyenda en vida y en el epítome de la vanguardia, el artista y Jacqueline se retiraron al castillo de Vouvenargues, donde el creador continuó trabajando incansablemente hasta el día de su muerte.


El estudio de la vida de Mahoma se basa en los hadices (narraciones que forman la tradición musulmana) que, reunidos en la Sira de Ibn Ishak (mediados del siglo VIII) y modificados por Ibn Hisan a comienzos del siglo IX, constituyen la biografía oficial del Profeta. El Corán ofrece datos interesantes para conocer su pensamiento, pero es muy pobre en lo referente a su vida. Al igual que ocurre con otros fundadores de grandes religiones (Buda, Jesús, Confucio), sólo se conocen a grandes rasgos las etapas anteriores al momento de iniciar la predicación de su doctrina. No hay duda de que Mahoma nació en La Meca, en aquellos tiempos una pequeña localidad rodeada de desierto en la parte occidental de la península Arábiga, a pocos kilómetros del mar Rojo. Pertenecía al clan Hasim, de la tribu de los Quraish, y su padre, Abd Allah, murió antes de que él naciera, por lo que el huérfano fue acogido por su abuelo Abd al-Mutalib, jefe de los Hasim. Hacia el año 610 Mahoma tuvo las primeras revelaciones. Tenía por costumbre retirarse a orar y a meditar en una cueva del monte Hira, y en ocasiones solía pernoctar allí una o dos noches. En una de las primeras ocasiones tuvo la visión de un ser glorioso que en un primer momento identificó como Dios, y en otra visión posterior pensó que se trataba del arcángel Gabriel. Este ser glorioso le conminó a escribir el Corán. Las revelaciones divinas se repetirían a lo largo de su vida con cierta frecuencia, y tanto Mahoma como sus discípulos se las aprendían de memoria. El carácter muchas veces "local" o de "circunstancias" de las revelaciones contenidas en el Corán lo hacía insuficiente para regular las numerosas cuestiones de gobierno, administración y justicia planteadas a los musulmanes tras la muerte de Mahoma, por lo que las revelaciones del libro sagrado se completaron, no en el aspecto religioso, pero sí en los demás, con la Sunna, o conjunto de tradiciones relativas a la conducta del Profeta; juntos, el Corán y la Sunna forman la ley religiosa que está en la base del derecho, de la organización, de la vida social y de la vida económica de los musulmanes. La aceptación de una u otra lectura del Corán, o de determinados relatos de la Sunna, y el modo de interpretar una y otros, tienen por tanto una gran importancia en la historia de los musulmanes, en la que religión y política, en su sentido más amplio esta última, están íntimamente unidas, al menos durante los primeros siglos del Islam.

Activista de los derechos humanos de Guatemala (Chimel, Uspatán, 1959 -). Rigoberta Menchú nació en una numerosa familia campesina de la etnia indígena maya-quiché. Su infancia y su juventud estuvieron marcadas por el sufrimiento de la pobreza, la discriminación racial y la violenta represión con la que las clases dominantes guatemaltecas trataban de contener las aspiraciones de justicia social del campesinado. Rigoberta Menchú inició una campaña pacífica de denuncia del régimen guatemalteco y de la sistemática violación de los derechos humanos de que eran objeto los campesinos indígenas, sin otra ideología que el cristianismo revolucionario de la «teología de la liberación»; ella misma personificaba el sufrimiento de su pueblo con notable dignidad e inteligencia, añadiéndole la dimensión de denunciar la situación de la mujer indígena en Hispanoamérica. Para escapar a la represión se exilió en México, donde publicó su autobiografía en 1983; recorrió el mundo con su mensaje y consiguió ser escuchada en las Naciones Unidas. En 1988 regresó a Guatemala, protegida por su prestigio internacional, para continuar denunciando las injusticias. En 1992 la labor de Rigoberta Menchú fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz, coincidiendo con la celebración oficial del quinto centenario del descubrimiento de América, a la que Rigoberta se había opuesto por ignorar las dimensiones trágicas que aquel hecho tuvo para los indios americanos. Su posición le permitió actuar como mediadora en el proceso de paz entre el Gobierno y la guerrilla iniciado en los años siguientes.

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