En la Atenas de Pericles, durante la segunda mitad del siglo V a.C., un grupo excepcional de artistas transformó, bajo la dirección de Fidias, una colina rocosa en un extraordinario conjunto arquitectónico y artístico que la Grecia antigua legó al resto del mundo.
La Acrópolis de Atenas, «la roca sagrada», es una meseta caliza de 270 metros de longitud y 85 de anchura, situada 156 metros sobre el nivel del mar, que contiene los monumentos más famosos de la Grecia clásica: el Partenón, el Erecteion, los Propileos y el templo de Atenea Niké y representa el símbolo universal del espíritu y la civilización clásica. Fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987. La visita a la Acrópolis supone una experiencia única e inolvidable, obligada para cualquier viajero que pase por Atenas.
La Basílica de San Pedro es el mayor templo de la cristiandad. Se encuentra situado en la orilla derecha del Tíber, dentro de la Ciudad del Vaticano. La basílica primitiva -con cinco naves y consagrada en el año 326- fue construida por deseo de Constantino sobre la tumba del Apóstol. San Pedro se convirtió rápidamente en uno de los lugares preferidos por los romanos, quienes ya antes del fin del imperio, en el año 476, empezaron a asentarse en la zona, donde aprovecharon los antiguos y gloriosos restos del imperio romano.
Los fieles acudían a San Pedro para venerar las sagradas reliquias guardadas en el templo: el cuerpo del apóstol, el de su hija Petronila y los restos mortales de algunos de sus discípulos, un fragmento de la cruz y, sobre todo, la célebre Verónica, el velo donde quedó grabado el rostro de Jesús.
La idea de construir este templo expiatorio surgió del librero Bocabella i Verdaguer, miembro de la Asociación de San José, que decidió construirlo con los donativos de los devotos. La construcción de esta catedral, la inició en 1881 en estilo neogótico el arquitecto Francisco de Paula del Villar. En 1883, Gaudí, que tenía 31 años, recibió el encargo de continuar con las obras. Dotó al edificio de una gran originalidad. En 1926, murió atropellado por un tranvía cuando se dirigía a sus oraciones. Hasta entonces, sólo se había construido una de las torres laterales de la fachada este.
La Sagrada Familia fue el proyecto más ambicioso y representativo del arquitecto Antonio Gaudí. Su temprana muerte, dejó inacabado el edificio. Le añadió dos fachadas: la del Nacimiento al Este y la de la Pasión al Oeste. La cúpula se rodea de cinco torres más, que simbolizan a la Virgen y a los cuatro evangelistas. El proyecto incluía doce torres, repartidas en grupos de cuatro, para las tres fachadas. Las torres representarían a los doce apóstoles. Su dos torres anteriores alcanzan los 107 m de altura.
La Estatua de la Libertad es, sin duda, el símbolo más famoso de Nueva York. Su lema es: La libertad esclarece el mundo. Este monumento de 46 metros de altura (93 si contamos la base) se encuentra situada en Liberty Island (la isla de la libertad), y para visitarla es necesario ir en Ferry. El muelle se encuentra en Battery Park, al sur de Manhattan. La Estatua de la Libertad se inauguró en octubre de 1886 y fue un regalo de los franceses para conmemorar los 100 años de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos. En 1984 fue declarada Patrimonio de la Humanidad.
En su diseño participó Gustave Eiffel, el creador de la Torre Eiffel.
La Acrópolis de Atenas, «la roca sagrada», es una meseta caliza de 270 metros de longitud y 85 de anchura, situada 156 metros sobre el nivel del mar, que contiene los monumentos más famosos de la Grecia clásica: el Partenón, el Erecteion, los Propileos y el templo de Atenea Niké y representa el símbolo universal del espíritu y la civilización clásica. Fue declarada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en 1987. La visita a la Acrópolis supone una experiencia única e inolvidable, obligada para cualquier viajero que pase por Atenas.
La entrada a la Acrópolis se realiza por una puerta monumental llamada «Propileos». Una gran estatua de bronce de Atenea, construida por Fidias, se situaba en el centro del recinto. A la derecha de esta estatua se erige el Partenón que albergaba la estatua crisoelefantina de Atenea Parthenos, también obra de Fidias. A la izquierda se disponía el Erecteión.
Los fieles acudían a San Pedro para venerar las sagradas reliquias guardadas en el templo: el cuerpo del apóstol, el de su hija Petronila y los restos mortales de algunos de sus discípulos, un fragmento de la cruz y, sobre todo, la célebre Verónica, el velo donde quedó grabado el rostro de Jesús.
La Capilla Sixtina debe su nombre al papa Sixto IV della Rovere (1471-1484), que quiso edificar un nuevo ambiente de grandes dimensiones en el lugar donde surgía la “Capilla Magna”, aula fortificada de edad medieval, destinada a las reuniones de la corte papal. En ese tiempo la corte contaba con unos 200 miembros y estaba compuesta por un colegio de 20 cardenales, representantes de las órdenes religiosas y de las familias más importantes, del complejo de los cantores, de un gran número de laicos y de criados. La construcción sixtina también debía responder a las exigencias defensivas de dos peligros que entonces amenazaban: la Señoría de Florencia, regida por los Médicis, con quienes el papa estaba en permanente tensión, y los turcos de Mahmut II, que en esos años amenazaban las costas orientales de Italia. Su realización empezó en 1475, año del Jubileo proclamado por Sixto IV, y se concluyó en 1483 cuando, el 15 de agosto, el mismo papa inauguró solemnemente la Capilla , dedicada a la Virgen de la Asunción. El proyecto del arquitecto Baccio Pontelli utilizaba hasta un tercio de su altura las paredes construidas en época medieval. Según algunos especialistas, las medidas del aula (40,23 metros de largo, 13,40 de ancho por 20,70 de altura), tendrían la finalidad de reproducir las del gran templo de Salomón en Jerusalén, destruido por los romanos en el año 70 d.J.C.
La Sagrada Familia fue el proyecto más ambicioso y representativo del arquitecto Antonio Gaudí. Su temprana muerte, dejó inacabado el edificio. Le añadió dos fachadas: la del Nacimiento al Este y la de la Pasión al Oeste. La cúpula se rodea de cinco torres más, que simbolizan a la Virgen y a los cuatro evangelistas. El proyecto incluía doce torres, repartidas en grupos de cuatro, para las tres fachadas. Las torres representarían a los doce apóstoles. Su dos torres anteriores alcanzan los 107 m de altura.
En su diseño participó Gustave Eiffel, el creador de la Torre Eiffel.
Su verdadero nombre es Anfiteatro Flavio, la denominación de Coliseo se le dio posteriormente, se cree que hace referencia a la colosal estatua de Nerón que se encontraba en sus proximidades. Es sin duda la obra más representativa del arte romano, y que representa a dicho arte siendo símbolo de la grandeza y poderío del imperio romano. Su construcción se realiza por mandato de Vespasiano en el año 72 d.c, y se inaugura en el año 80, bajo el reinado del emperador Tito, la historia de sus añadidos y restauraciones es continua. Disponía 80 filas de gradas y albergaba 109.000 espectadores. Se trata de un edificio monumental, cuyo radio mayor tiene 188 m y el menor es de 156. La altura del edificio es de 57 metros. El anfiteatro es de planta elíptica, con una estructura curva que le confiere un gran sentido espacial. En el Coliseo Romano se realizaban sangrientos espectáculos públicos. Este tuvo especial crueldad en tiempos paleocristianos, es decir en los tres primeros siglos de nuestra era.
El Museo del Louvrees el museo nacional de Francia consagrado al arte anterior al impresionismo, tanto bellas artes como arqueología y artes decorativas. Es uno de los más importantes del mundo. Está ubicado en París (Francia), en el antiguo palacio real del Louvre, y actualmente promueve la apertura de dos subsedes, en Lens (Francia) y en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos)[.] Sus extensas colecciones son el resultado de un doble esfuerzo histórico. Al coleccionismo desarrollado por la monarquía francesa a lo largo de varios siglos, se sumó el esfuerzo de los hombres de la Ilustración, la labor desamortizadora de la Revolución francesa y las campañas arqueológicas y compras impulsadas durante todo el siglo XIX. La apertura del Louvre en 1793 significó, dentro de la historia de los museos, el traspaso de las colecciones privadas de las clases dirigentes (monarquía, aristocracia e Iglesia) a galerías de propiedad pública para disfrute del conjunto de la sociedad. Por ello el Louvre constituyó el precedente de todos los grandes museos nacionales europeos y norteamericanos, y de hecho fue el modelo para muchos de ellos. Es el museo de arte más visitado del mundo, muy famoso por sus obras maestras, especialmente La Gioconda de Leonardo da Vinci.
El Palacio de Versalles es un edificio que desempeñó las funciones de una residencia real en siglos pasados. El palacio está ubicado en el municipio de Versalles, en Île-de-France. Su construcción fue ordenada por Luis XIV, y constituye uno de los complejos arquitectónicos monárquicos más importantes de Europa. Con sus tres palacios, sus jardines y su parque, Versalles es un dominio inmenso. Si bien Luis XIII hizo edificar allí un pabellón de caza con un jardín, Luis XIV es su verdadero creador, ya que le dio su amplitud y determinó su destino. Luis XIV dejó París y decidió construir Versalles como una pequeña ciudad alejada de los problemas. Tendría varias etapas constructivas, marcadas por las amantes de Luis XIV. El jardín de Versalles es clasicista, ordenado, racionalizado. Con el paisajismo se obliga a la circulación. Crea una organización que relaciona todas las esculturas y fuentes y ensalza la monarquía. Las esculturas se señalan unas a otras. Progresiva civilización del jardín: muy ordenado, podado y cuidado en la zona próxima al palacio, y después se va asilvestrando, es decir que se hace más silvestre a medida que nos alejamos del palacio. Tres siglos después de su creación, el dominio sigue siendo considerable pues cuenta con 800 hectáreas, 20 km de caminos, 200 000 árboles, 35 km de canalizaciones, 11 hectáreas de techumbre, 2 153 ventans y 67 escaleras. El conjunto del palacio y parque de Versalles, incluyendo el Gran Trianón y el Pequeño Trianón, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1979.
El edificio empezó a construirse hacia 1632, según los planos de un consejo de arquitectos procedentes de India, Persia y Asia central, aunque parece que el auténtico inspirador fue el propio emperador. Trabajaron en su realización más de 20.000 obreros; las obras del mausoleo concluyeron en 1643 y ¡as de las dependencias adjuntas en 1649. En total, el proyecto ocupó veintidós años y costó cuarenta millones de rupias. Se conocen los nombres de algunos de los maestros que participaron en la empresa: el turco Ismail Afandi, que diseñó las cúpulas; Qazim Khan, de Lahore; Chíranji Lal, de Delhi, que se encargó de los mosaicos; el cantero Amir Ah, de Beluchistán; Amanta Khan, de Shiraz (Persia), insigne calígrafo. El maestro de obras fue el turco Listad Isa; la leyenda cuenta que, cuando el edificio estuvo acabado, Jehan ordenó cortar su mano para impedir que pudiese repetir una’ obra semejante. En los escritos de un misionero portugués de la época parece aludirse a la posible intervención de un artista italiano, Jerónimo Veroneo. Aunque efectivamente vivió en Agra durante esos años, nada parece apoyar de forma seria esta hipótesis.
La Torre Eiffel es una construcción de hierro de 300 metros de altura que fue creada para la Exposición Universal de París de 1889. Actualmente constituye el símbolo más representativo de París. Con un diseño creado por Gustave Eiffel, la construcción de la Torre Eiffel duró poco más de dos años y en ella trabajaron 250 obreros. Inicialmente la torre fue objeto de controversia: los artistas del momento la consideraron monstruosa y, dada su baja rentabilidad al terminar la exposición, se planteó la posibilidad de derruirla en diferentes ocasiones. A principios del siglo XX, con la llegada de las guerras mundiales, las autoridades encontraron su utilidad como antena de radiodifusión y con ella captaron mensajes que ayudaron a los aliados de forma decisiva. Actualmente y gracias al auge de París como destino turístico internacional, la Torre Eiffel es el monumento más visitado del mundo con más de 7 millones de visitantes anuales.
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